Son muchos los lugares interesantes para los turistas que no siempre aparecen en un mapa de Ibiza. La mayoría de los panfletos y guías turísticas de la isla se centran en un turismo más nocturno o de verano, pero desde el gobierno de Ibiza cada vez se está intentando más promover el turismo de monumentos, el turismo histórico y el hecho de que los turistas que visitan la isla conozcan de cerca todos los rincones de Ibiza, incluso aquellos que los propios lugareños desconocen.
Uno de estos lugares es el Pont Vell de Santa Eulària, más conocido como el Pont des Molins. Aunque algunos lo llaman el puente romano y creen que fueron ellos los que construyeron este puente, la realidad es que su construcción se realizó mucho más tarde, durante el año 1720 aproximadamente.
Este puente constituyó la principal entrada al pueblo de Santa Eulària durante casi dos siglos, hasta que en el año 1918 se construyó el Pont Nou, muy cerca del otro puente y muy próximo al famoso Puig de Missa, que terminó siendo el punto de acceso al pueblo más frecuentado, principalmente por su gran fluidez en el tráfico de vehículos. De este modo el Pont Nou pasó a ser el puente de acceso para los vehículos motorizados, mientras que el Pont Vell pasó a ser un acceso más peatonal, y sigue apareciendo como tal en el mapa de Ibiza.
También es importante destacar el río de Santa Eulària, que atraviesa el Pont Vell, y que constituye un importante atractivo de la zona, principalmente para muchos jóvenes de la zona que durante los días más calurosos del año acuden al río a bañarse y a refrescarse. Hoy en día el río se ha integrado en el Camino del Río, una ruta que engloba el Centro de Interpretación del Río Can Planetes en su inicio y la desembocadura del propio río de Santa Eulària al final.
Como ya hemos contado en otras ocasiones, el mundo de la piratería tuvo una fuerte influencia en la historia de Ibiza, y el Pont Vell no fue una excepción. La mayoría de ataques piratas al pueblo de Santa Eulària tenían como un blanco principal la destrucción del puente, puesto que muchos de los campesinos del pueblo y los alrededores lo utilizaban como punto de entrada y salida para refugiarse y para transportar a salvo todas sus pertenencias y mercancías, algo que los piratas buscaban conseguir, principalmente trigo y cereales.
Además debido a las supersticiones de muchos lugareños y al hecho de que el puente era atacado constantemente por piratas, muchos de los pueblerinos terminaron por creer que el puente era una guarida para brujas, cosa que le dió al puente el sobrenombre de “puente del diablo”.